Visitar el sur de Francia fue una experiencia inolvidable, ya quiero regresar, quiero aprender a defenderme mejor con el francés para no andar de perdida de la vida en los mercados navideños o en los cafés, aunque allí la gente es muy simpática, siempre viene bien entender el idioma del lugar que visitas.
Algo que aprendí allí es que los franceses aman los mercados navideños y los carruseles, lo viven con tal plenitud que realmente es inevitable que se te pegue el espíritu navideño. A continuación algunas cosas que comí en los mercados navideños durante tres días y unos cuantos recuerdillos que me llevé del Bézier, Avignon, Arles, Montpellier y Collioure.
¡Queso! Tanta variedad, tantos tipos de queso y yo perdida en un oasis de degustación.
El Aligot, es un puré de papas, mezclado con mucha crema de leche (nata), mantequilla y mucho queso Tomme que le da una textura muy suave y espesa, y por encima un trozo de salchicha. Es un plato muy típico de los mercados navideños porque calienta mucho el cuerpo y tiene muchas calorías.
Ahora les muestro algunas fotos de mi viaje que no son de comida, les exhorto que si algún día tienen la oportunidad de ir a alguna de estas ciudades, vayan, son fascinantes y hermosas, no regresarán a casa como la misma persona.
Vista desde la cima de la Catedral Saint-Nazaire en Bézier.
Collioure, Francia.
Mercadillo de antigüedades en Montpellier, Francia.
Recuerdos de la más hermosa región que he tenido la oportunidad de visitar.
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