Las piñas coladas sólo deben ser tomadas cuando se está en la playa, la piscina ó alguna fiesta temática tipo caribeña ó hawaiana, después de ahí, nunca, porque ¿para qué? nunca le he visto la necesidad de tomar una bebida tan frutal fuera de ese ámbito. Talvez es porque soy más de tomar bebidas amargas como la ginebra o el vodka, pero igual, eso no viene al caso.
Este fin de semana estuve en la ‘ciudad’ playera Sosúa, Puerto Plata que se encuentra en la costa norte del país (República Dominicana), es un pueblo que siempre me ha encantado por lo rico que es en cultura, historia, gastronomía y cuenta con playas hermosísimas que tienen un sinnúmero de restaurantes, propiedad de locales del área.
Era la tarde del domingo y llegamos a la playa, después de nadar un rato moría de hambre, recuerdo que llevaba días antojadísima del típico plato dominicano que se come en la playa: Pescado frito con tostones (plátanos verdes fritos), fuimos al restaurante Don Andrés que estaba justo en la playa y ahí mismo lo pedimos. Lo que más me gusta de estos restaurantes playeros es que te llevan a la cocina a enseñarte los pescados y ahí puedes ver que son realmente frescos, mientras esperabamos la comida pedimos unas piñas coladas, para entrar en ambiente playero, claro.
No me esperaba una piña, literalmente. Honestamente juraba que iba a ser un jugo de piña con crema de coco y hielo, en un vaso plástico, no esta belleza de la cual me enamoré y me he propuesto recrearla algún día, aunque no creo que tenga alguna réplica pero no quisiera tener que ir a Sosúa cuando me antoje de esto.
Es la mejor piña colada que he tomado en lo que llevo de vida, no tiene demasiado ron, pero no tiene poco. Tiene trocitos de piña por dentro y la crema de coco que lleva no es muy densa. ¡Lo mejor de todo es que te puedes comer la piña cuando termines!
y después comer esto, pez cotorra con tostones:
(primera vez que como pez cotorra, estaba un poco nerviosa!)
mi parte favorita del pescado frito es la cola bien, bien frita: