Los domingos son para estar en pijama. Quedarse en cama todo el rato, ver películas extranjeras, empezar ó terminar libros, comer todo el día, recuperarse de la resaca del sábado… A mí particularmente me gusta visitar uno de mis lugares favoritos:
Matica, un rinconcito taiwanés lleno de plantas, buena música y un fantástico servicio que te aisla del ruido de la ciudad, el estrés del tráfico y la rutina. Consta de un menú 100% vegetariano, tiene más de 10 tipos de té, jugos naturales, picaderas, sandwichs, wraps, ensaladas, pastas… Cada vez que voy me siento bastante tranquila, no me siento culpable por la cantidad de comida que como ya que todo es tan saludable, el servicio es excelente, te puedes sentir justo en casa, hay una hamaca donde te puedes tirar a leer y a tomar té frío o caliente o simplemente meditar.

Aquí les dejo un poco de cómo fue mi tarde en Matica:

aquí pueden ver la gran variedad de té y jugos que tienen, parte de su menú y unos snacks hechos en casa.

Para empezar pedimos unas cuantas entradas (eramos 6 personas) Dumplings vegetarianos, en pesto y salsa de soja, Eggrolls de vegetales y Lengüitas de plátano verde con salsa de chinola y cilantro.

Esta es mi amiga Ivanna, cariñosamente Iva, y su sandwich, el “Rama y Sita” que tiene berenjena a la parrilla, repollo morado, salsa de piña, soy chicken y curry. Very yummy.

Tamales de arroz, cocinados en hojas de bamboo, con hongos shitake, cilantro y maní. Una buena selección hecha por mi amiga Vikki. (Siempre pruebo los platos de mis amigos porque sharing is caring) Este es el “Vietnamese Roll”, envuelto en papel de arroz, relleno de repollo morado, zanahorias, pepino, soy chunks, salami de soya, maní en polvo y salsa de tamarindo, a compañado de salsa verde picante. Este lo pedí yo y me lo comí todo. A la derecha está el plato de Luis,  la pasta Teriyaki, acompañado de zanahorias, repollo morado, pepino y hongos shitake. Fue una buena tarde.  instagram | twitter