Eating out, New York City, Personal
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Comida de festival

Para quienes no se habían enterado, en las últimas dos semanas me encontraba en la ciudad de Nueva York, no tenía nada de tiempo y por eso se me hacía muyyy difícil escribir por aquí, ya entienden porqué tenía el blog un poco abandonado. Pero eso ya ha terminado porque ¡estoy de vuelta! y me sobra tiempo para escribir por aquí, algo que no pienso dejar de hacer por ahora.
La razón principal de mi visita a NYC fue el Governors Ball Music Festival, un festival no muy grande que tiene poco tiempo celebrandose en la ciudad, une la buena música, la comida y la gente. La cantidad de comida que hay en el festival es inmensa, y yo como tanto me encanta comer decidí documentar todo lo que comí ahí.
Día 1:
Fue el PEOR día para un festival, estuvo lloviendo TODO el día hasta la noche, muchas bandas tuvieron que cancelar, incluyendo una de mis cantantes favoritas la cual yo estaba MUY emocionada por ver: Feist. A pesar de tener una gripe que me estaba casi matando (y bajo la lluvia), fui a probar un Food Truck que me encanta muchísimo, Korilla BBQ.
Korilla BBQ fusiona la comida coreana con la comida mexicana, de una forma inteligente y deliciosa, cada vez que estoy en NYC intento visitar este food truck.
Yo pedí 2 tacos de pollo con kimchi, queso y sriracha (¡no había cerdo 🙁 !)
Yum, yum, YUM.
Y para acompañar esos tacos… cerveza de sidra de manzana (sabía a sidra regular)
Mala idea la mía tomar cerveza con la terrible gripe que tenía, no volví a comer en el festival ese día, salvo este donut:

Los dulces puede ser curativos, después de esto me sentí mucho mejor.
Día 2:
Segundo día en el festival, no había lluvia pero sí MUCHO lodo, era horrible comer ahí ya que me daba mucho asco el olor del fango, que igual, eso no me detuvo. El sol salió levemente y hacía calor. Por fin me sentía bien.
Primera parada: Num Pang Sandwiches, este shop sirve pequeños sandwiches altamente influenciados por la comida de Cambodia, el que yo pedí fue un pequeño pero delicioso roll de cerdo Duroc, mayonesa picante (hecha por ellos), zanahorias, pepino, cilantro y claro mucha sriracha.
 De-li-ci-o-so.
Para acompañar este rico sandwich, una refrescante bebida de Brooklyn Soda Works, una pequeña fabrica de refrescos artesanales.
Sí.
Artesanales.
 ¿A quién no le llamaría la atención esto?
Refresco de ruibarbo y albahaca tailandesa.
Me encanta la influencia asiática en casi todo ahora mismo.
Mi amiga Mia se tomó uno de hibiscus y menta.
Extraordinariamente refrescante.
Para terminar la noche, me dí la vuelta por Porchetta, además de que deben ser las personas más amistosas del mundo, este lugar le hace una oda al cerdo.
Este es un sandwich de carne de cerdo, haciendo una mezcla con diferentes cortes (hombro, panza y lomo) mezclandolas con hierbas secretas y chicharrón, nace el Porchetta Roll:
Riquísimo y definitivamente una buena forma de cerrar el segundo día mientras disfrutaba de la música de Nas de fondo.
Día 3: ¡POR FIN SALIO EL SOL! Calor, pero mucho lodo. Este día fue excelente, un típico día de verano en NYC. Mucha música. Más comida y yo estaba muy feliz.
De camino al festival no pude contenerme y me comí un pretzel con mostaza de la calle. Me encantan. Amo a NY y su comida callejera.
El domingo comí muy poco, estaba demasiado emocionada y dando vueltas caminando de un escenario al otro (eran 4 y estaban lejísimos uno del otro).
 Aunque comí poco fue comí la mejor comida este día.
Me dí la vuelta por el food truck “Rickshaw Dumpling Bar”, la cola era larguísima pero me llamaba MUCHO la atención, donde hay mucha gente la comida debe ser buena ¿no?
6 dumplings:
2 de cerdo y puerro chino, 2 de pollo con albahaca tailandesa y 2 de edamame.
Edamame de guarnición.
Qué delicia.
También te dan una salsa de maní picante para los dumplings. Solo de recordar estos dumplings me da hambre. Los quiero otra vez. Me entristece mucho estar tan lejos de ellos. Los necesito en mi vida nuevamente. Si te encuentras algún día en NYC, por favor, busca este food truck vale la pena hacer la cola.
Y para terminar el 3 día, cerré con un sandwich de helado de Cool Haus, un food truck inspirado en la escuela de Bauhaus, que sirve los sandwiches de helado más interesantes que he visto en mucho tiempo. Tienen diferentes variedades de galletas y de helado para que tú mezcles como desees.
Yo opté por dos galletas de Red Velvet y helado de Menta y chispas de Chocolate.
(Advertencia, la foto no es muy bonita, era de noche y estaba viendo a The XX, casi olvido hacer la foto para el blog)
¡Estaba riquísimo! Además de que tienen algo que es genial, lo envuelven en papel comestible. Así no tienes que preocuparte por dónde botar la basura, ¡Te la puedes comer!
Al final de todo, el Governors Ball fue genial, una experiencia inolvidable, ojalá que el próximo año pueda ir.
Aquí algunas fotos del festival, que no todo es comida.
(Primer día, lluvia, lodo, gripe y asco)

 

¡Of Monsters and Men bajo la lluvia! (Lindos ponchos, ¿no? Y funda ziplock para el celular, claro)
Ya el segundo día pintaba mejor.
“Hola Mia, el lodo es un asco, ¿verdad?”
¡Animal Collective!
Estos atardeceres a las 9PM además de volverme loca (no estoy acostumbrada a ver un atardecer a las 9PM) me encantan.
Último atardecer del festival, de camino a ver The XX, viendo a la gente bailar al ritmo de la música de Bloc Party.

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